
Tanto en bibliotecas, como en centros de documentación o instituciones educacionales, el orden y la accesibilidad son factores clave para optimizar el espacio y facilitar la búsqueda de materiales. Las góndolas metálicas se han convertido en una solución versátil y duradera para este tipo de entornos, esto por su capacidad de adaptación, resistencia y estética profesional. Pero, ¿cómo organizar eficazmente una biblioteca o centro de documentación haciendo uso de góndolas metálicas? en esta nota de Procesa te contamos.
En primer lugar, y antes de instalar cualquier sistema de almacenamiento, analiza el espacio y el tipo de material a almacenar. Para ello, es fundamental saber, por ejemplo, el volumen y tamaño de los libros, carpetas o cajas, la frecuencia de uso y las condiciones del entorno. Esto quiere decir que los libros o documentos más consultados deberán estar a una altura accesible y que también se debe tener en cuenta la humedad, iluminación y temperatura para una mayor protección del material.
En segundo lugar, escoge el tipo de góndola adecuada. Existen distintos modelos de góndolas metálicas que se adaptan a bibliotecas o archivos. Por ejemplo, en Procesa encontrarás góndolas diseñadas a medida con una estructura conformada por bandejas que te permitirán modificar su posición, además de pilares ranurados rigidizados por escuadras para alta flexibilidad.
En tercer lugar, apuesta por la seguridad y estabilidad. Las góndolas para bibliotecas deben estar correctamente ancladas y niveladas, especialmente en instalaciones grandes o de alto tráfico. Es fundamental verificar que el peso máximo por estante no sea superado, que los puntos de apoyo estén firmes y parejos y que los materiales almacenados no sobresalgan o generen desbalance.
Las góndolas metálicas combinan adaptabilidad y resistencia por lo que son una solución inteligente y profesional para organizar bibliotecas y archivos. Con ellas, podrás mantener el orden, mejorar la accesibilidad y aprovechar al máximo el espacio que tengas disponible.
